Friedrich Wilhelm Nietzsche
Lo
que convierte a Nietzsche en un filósofo original es el hecho de que mata a Dios. Nietzsche mata a Dios,
mata a la moral, mata la metafísica, mata a toda la filosofía moral, toda la cultura occidental, etc.
Nietzsche
podemos considerarlo una figura enormemente controvertida, es una persona
enormemente apasionada pero, a la vez, atormentada. Su modo de pensar exigente
se convertirá en su modo de vivir. Empeñará toda su vida a la filosofía.
Nietzsche
es fundamentalmente un filósofo moral, mejor dicho, amoral. Su principal preocupación es la moral. Si tuviésemos que
insertarlo en alguna corriente lo introduciríamos en el “vitalismo”, para
Nietzsche el vitalismo es “irracionalismo”. Para este pensador, la vida y la
razón van en sentidos opuestos. Él afirma haber matado a Dios, por lo que se
considera especial y original dentro de una época inmersa en el teocentrismo.
Es
preciso repetir que Nietzsche, junto a dos autores de su mismo siglo (S.XIX),
Marx y Freud, es considerado uno de los tres autores de la “sospecha”. Estos
tres autores son “maestros de la sospecha”, de la sospecha hacia la filosofía
europea de veinticuatro siglos antes (desde Sócrates hasta él).
Ellos sospechan que toda la
filosofía anterior ha sido un fraude.
Marx
se dedicó más al tema político-social y Freud al tema psicológico. A diferencia
de los otros, Nietzsche se centrará en el tema filosófico, en especial, en la moral.
Nietzsche
era un hombre enfermo. Padecía jaquecas y depresiones, nacidas posiblemente por
su aspiración a llegar a lo más alto y eso le llevó a la depresión.
Le
marcó mucho ser hijo de un pastor/sacerdote protestante, quien murió cuando
Nietzsche tenía 4 o 5 años. Aunque era muy pequeño de edad, tenía la suficiente
para que su pensamiento exigente y su rigidez (del padre) marcaran la infancia
de nuestro autor y le introduzca un ideal del “yo” inalcanzable, así como su
pasión por el piano (ya que el padre era un gran pianista).
Cabe
añadir que, a pesar de las jaquecas y depresiones, Nietzsche nunca se rindió y
siempre le cantó a la vida. Alababa y bendecía la vida, y dará gracias por
ello. Desde la enfermedad hizo una alabanza a la vida.
El
padre de Nietzsche era un hombre muy exigente y murió de una grave enfermedad.
Esto, le preocupará mucho a Nietzsche ya que tendrá miedo de morir como él.
Debemos
decir que, a pesar de ser nuestro pensador considerado el más ateo, fue en principio cristiano.
A
Nietzsche lo introducimos dentro de la corriente vitalista ya que es un filósofo que ve más importante la vida que el conocimiento. Tomará gran relevancia, en su filosofía, la vida.
Pese
a que critique la filosofía platónica (como veremos más adelante), coincide con
Platón en que va a ser asistemático, escribirá por aforismos (pensamientos cortos pero contundentes).
Nietzsche
nos va a decir que el lenguaje/la lengua nos engaña, pues nos habla de esencias
de Dioses y nos hace pensar que existen. Él afirmará que Dios no hubiera sido
posible si no hubiera sido por la gramática. Según Nietzsche, “Dios existe” es
una mera frase, más nunca una realidad. Ya nos explicara por qué.
En
cuanto a su teoría de “superhombre”, podemos decir que la clave está en “¿Por
qué debéis conformaros con ser mediocres si podéis ser superiores? ¿Por qué
conformarse con volar como gallinas si podemos volar como Águilas?
A
esta idea Nietzscheana la llamará “voluntad de poder” hay que querer poder, la
esencia de la vida es voluntad de poder, querer, crecer.
La
dialéctica de hombre superior queda plasmado en toda su filosofía.
Nietzsche
además va a recibir influencias del pensamiento filosófico de Arthur
Schopenhauer[1]
así como de una de sus obras más relevantes << El mundo como voluntad y
su representación>>.
Ello
será en un principio algo negativo para Nietzsche pues la filosofía de
Schopenhauer ofrece una visión pesimista de la vida. Sin embargo, Nietzsche
convertirá dicho pensamiento en positivo.
Nietzsche
se va a preguntar acerca de dónde está la verdad, cuál es el criterio de
verdad. Nuestro autor tendrá en común con Sócrates- Platón que hará de la
filosofía su profesión y su estilo de vida. Sus ideas debían ser coherentes con
su pensamiento.
Podemos
decir para terminar que el pensador que vamos a descubrir a continuación era un
pensador enormemente provocador.
2.
EL
ORIGEN DE LA TRAGEDIA: DIONISIO Vs APOLO
Nietzsche,
además de ser filósofo, era un gran amante de la filosofía griega anterior a
Sócrates (presocrática y Sofista), así como de la tragedia griega.
Nietzsche
en su filosofía va a atravesar varias etapas pues se va a ir reformulando a sí
mismo a lo largo de su vida. De hecho, se denominaba a sí mismo como “el
filósofo del martillo” pues va a ir destruyendo para luego construir.
Por
lo que a Nietzsche le gustaba de la tragedia es porque reflejaba la vida real
en todos sus sentidos, con partes de felicidad y placer, pero también dolor y
tragedia. La vida real es odio y amor. Es placer, pero también tragedia.
Nietzsche
se dio cuenta de que la tragedia era la conjunción de dos principios: uno
representado por Dionisio, que es
símbolo del caos y el desorden, y otro por Apolo,
que simboliza el orden, la mesura y la contención.
La
vida es tensión dialéctica, un conflicto entre lo dionisiaco y lo apolíneo
(entre la noche y el día).
Dionisios
Vs Apolo
DIONISIO
|
APOLO
|
Noche
|
Día
|
Voluntad Irracional
|
Razón
|
Embriaguez
|
Ensueño/ensoñación
|
En la tragedia es la Música, Danza, Coro
|
En la tragedia es la Palabra y los
Personajes
|
Dolor Cósmico
|
Alegría Solar
|
Es la individualidad/multiplicidad del
concepto
|
La universalidad del concepto.
|
*La humanidad desde Sócrates ha tendido a interpretar
el papel de Apolo.
El
ser humano inferior, débil es aquel que necesita creer que en la vida todo
encaja y todo es comprensible por la razón. El hombre débil es aquel que le
gusta lo que encaja en la vida, pero le da pavor lo que no. En otras palabras,
el HOMBRE DÉBIL ES SOLAMENTE APOLÍNEO.
El
hombre débil necesita seguir un canon y que le digan lo que debe hacer. Para
éste hay que cerrar los ojos (no mirar) al sufrimiento y abrirlos al bien y a
la belleza. Es como pretender cerrar los ojos a la negatividad. En definitiva,
lo que el hombre débil hace es cerrar los ojos a una parte de la vida, pero hay
que tener en cuenta que, aunque sea negativa es real.
En
cambio, el hombre fuerte, superior lo acepta todo, la parte buena, pero también
la mala de la vida. Acepta la vida tal y como es, toma la realidad con las dos
manos.
El cristianismo y el pensamiento platónico ha sido
siempre una filosofía de rebaño, destinada a la masa que necesita consuelo y
apoyo, seguir un canon. Lo propio del canon es que todo el mundo es idéntico,
es decir, que todos somos una masa, más nunca nos diferenciamos dentro de ella. Sin embargo, el individuo
superior se sale del rebaño y del canon y, si quiere, crea un canon nuevo. (El
superhombre creará sus propios valores).
Para
nuestro autor, desde Sócrates-Platón, toda la historia de la filosofía, de la
moral y de la religión es la historia de la decadencia, de la consolidación de
un hombre que le tiene miedo a la vida, que niega el cuerpo y la individualidad
(o multiplicidad) de las cosas, es decir, niega la verdad.
Nietzsche va a ser la
exaltación del individualismo, de la persona en sí.
Nietzsche
se cuestionará ¿Por qué el mundo
sensible es inferior al mundo de las Ideas? O ¿Por qué de la necesidad del
concepto de Sócrates[2]?
Tanto
Sócrates como su discípulo Platón son la negación de Dionisio. Solo aceptan la luz, el orden, la universalidad, la razón,
el concepto, es decir, lo que conviene al hombre inferior, a la masa, aquel
cuya frase primordial es: “todo tiene respuesta”.
Pero
quizás no todo tenga respuestas. A lo mejor no conocemos todas las preguntas.
Siguiendo
las ideas del filósofo presocrático, Heráclito,
la vida es una tensión entre contrarios y el Dionisos lo aceptan. Sin
embargo, el hombre débil buscará siempre a Apolo.
Al
hombre débil le aterra no tener la respuesta de algo. Por ello, recurre al cristianismo, como forma para consolar
su alma. Recurrimos a la religión, como a la metafísica para obtener respuestas
de aquello que desconocemos y que no podemos soportar, tales como la muerte.
Recurrimos a la religión para seguir negando a Dionisos.
“El hombre débil es como la oveja que sigue al pastor”
(pastor=sacerdote).
La
tradición Socrática-Platónica y la religión cristiana han sobrevivido a la
crítica demoledora de Nietzsche. El peso que tiene una forma de pensar el mundo
de veinticuatro siglos de historia era difícil hacer desvanecer tan fácilmente.
De hecho, aún ese modo de pensar perdura. Ello ha llevado a que tanto en su
época como tal vez ahora Nietzsche no sea adecuadamente entendido.
En
la vida hay dos formas de actuar: aceptarla
o negarla, tenerle miedo o afrontarla tal y como es.
Nietzsche
es un filósofo que se encuentra inmerso en el vitalismo, corriente que sitúa a
la vida humana en el centro de la reflexión filosófica, de la meditación.
Nietzsche, además, es un vitalista positivo puesto que alaba y canta a la vida.
Al afirmar la vida también lo hace con todo lo que la integra, con todo lo
real: el cuerpo, los sentidos, etc.
Aceptan
el sentido trágico de la tragedia griega es algo positivo ya que, de alguna
forma, implica aceptar la vida en su conjunto, influyendo sus partes de placer,
pero también sus momentos de dolor. Aceptar la tragedia griega es aceptar la
parte de tragedia de la vida junto a lo bueno que ella ofrece. Gracias a la
tragedia aceptas la vida tal y como es y eso es positivo.
Los
filósofos anteriores a Sócrates (Presocráticos y Sofistas) lo llevaban a cabo. Sin
embargo, la influencia de Sócrates en el mundo de la filosofía hacía que a
partir de él se cerrara los ojos a lo real, negar el lado dionisiaco
(irracional) de la vida, para afirmar solo el apolíneo (racional). A partir de
Sócrates se rechazaría lo negativo de la vida para quedarse solo con lo bueno
que ofrecía Apolo.
Aquellos
que solo habían afirmado la parte Apolínea de la vida metieron la pluralidad
(multiplicidad) en un mismo molde. Sócrates en el concepto, platón en las
Ideas, Descartes en las matemáticas.
Una
de las principales influencias de Nietzsche, Schopenhauer, afirmaba que el
límite del mundo es la interpretación que cada uno tenga del mismo.
En
cambio, la filosofía anterior (Sócrates, Platón, Descartes) habían intentado
racionalizar el mundo (como yo soy un ser racional el mundo también debe de
serlo). Estos pensadores intentaron regular el mundo, estableciendo, para ello,
un canon. Ellos intentaron homogenizar lo heterogéneo.
Sin
embargo, Nietzsche pondrá una bomba a todas esas ideas, pues él afirma que la
vida también tiene parte de irracionalidad, de Dionisio (no solo de Apolo).
Según nuestro autor, el racionalismo y el cristianismo siempre han tenido un
aliado perfecto: El lenguaje. En la realidad no existen conceptos, sino individuos.
Nietzsche
va a rechazar el concepto de Sócrates y la Idea
de Platón, pues universaliza los entes de la realidad. (Una cosa es que mi
mente emplee el concepto como forma de abstracción y otra cosa es que dichos
conceptos existan en la realidad). En la
realidad solo existen entes concretos.
El
tema central de la filosofía de Nietzsche será la vida, especialmente, la moral.
Él quiere analizar la moral que se inicia con Sócrates, y continúa con el
cristianismo para darle la vuelta, destruirla.
3.
LA
GENEALOGÍA DE LA MORAL. (MORAL).
Nietzsche,
además de ser filósofo, es un arqueólogo del lenguaje, es decir, un filólogo
(que significa: amante del lenguaje). Nietzsche es un gran experto en
filología.
De
todas las palabras, se preguntará Nietzsche, que constituyen el lenguaje,
¿Cuáles son aquellas a las que se reduce toda la moral/todos los conceptos
morales? Al bien y al mal.
En
la historia de la filosofía europea todos los conceptos morales parten de lo bueno y de lo malo. Además, Nietzsche se va a preguntar de dónde procedían los
términos “bueno” y “malo”.
·
Bueno, en
alemán “gut”, en sus inicios era lo noble, lo aristocrático, lo distinguido, lo
mejor, lo superior.
·
Malo, en
alemán “Schlecht”, en su origen venía a significar lo plebeyo, lo esclavo, lo
vasallo, lo vulgar, lo bajo, lo inferior.
En el origen de los términos lo bueno era lo
mejor, lo noble, lo distinguido, lo que está por encima de. Lo malo es
exactamente lo contrario, lo vulgar. Aun tales términos tienen actualidad en
nuestra sociedad: aun pensamos que los buenos son los que destacan.
Ej.
: Quiero un coche bueno. (Quiero un coche que sea mejor que los otros).
Mándame
un albañil bueno. (Que destaque y lo que lo haga bien).
Esas
palabras, además irán evolucionando y concebirán dos clases sociales: Los
nobles (señores) y los esclavos.
Nietzsche
va a estar muy influido por la Revolución de la biología del siglo XIX. El
siglo XIX es el siglo de Darwin y de sus numerosos descubrimientos. La
concepción evolucionista de lo real va a estar muy relacionada con Nietzsche.
El
siglo de Nietzsche es un siglo muy influido por la ciencia. En aquella época se
extendió la idea de que había que partir de la ciencia, aunque ésta no alcance
todas las respuestas del mundo. Pese a que aún la ciencia no lo sabe todo, va a
avanzar.
En
cambio, partiendo solo/única y exclusivamente de la religión no podemos
evolucionar.
Ej.
: Aquellas personas que crean que Adán, Eva y la Serpiente existen.
Pese
a ello, la religión en la mayoría de las ocasiones rechaza los avances
científicos, pues van contra la religión/fe.
El
hombre superior, el noble, como es bueno, mejor, libre, distinguido, tiene la
capacidad de elegir, decidir y valorar. Ellos tienen voluntad (voluntad de
poder) para hacer cualquier cosa, una voluntad de poder que es creadora.
Por
el contrario, las características del vasallo son ser sumiso, y recibir las
injusticias que el noble, por su voluntad, ha querido cometer con él. El
vasallo no tiene derecho a nada, está destinado a que le ordenen.
Nietzsche
parte de este hecho, que es indubitable. Además, a este hecho real, Nietzsche
le va a dar una interpretación moral:
el hombre superior o noble es aquel que puede decidir libremente lo bueno y lo
malo, mientras que el plebeyo, el hombre inferior no tiene esa capacidad y debe
obedecer/acatar lo que le imponen. El noble decide lo que es bueno y lo malo,
el vasallo obedece.
Sin
embargo, con la filosofía de Sócrates y Platón se cruzaron los significados de
lo bueno y lo malo. Ser noble, distinguido, aristocrático fue condenado como
algo malo, mientras que el ser plebeyo era algo bueno.
Por
ello, en el génesis de la moral europea (la filosofía moral desde Sócrates)
está el rencor, el resentimiento de los hombres inferiores que se vengan de los
superiores cambiando los significados de lo bueno y lo malo. Esto
ocurre, principalmente, a partir de la religión cristiana/cristianismo. El
cristianismo le dio la vuelta/invirtió el significado original de los conceptos
de bueno y malo. La religión será la gran venganza de los plebeyos. Los esclavos
se vengarían de los señores con la moral, la filosofía y la religión. (Como yo (plebeyo) soy bueno y tú (señor),
malo, yo finalmente iré al cielo, pues Dios no permitiría que alguien bueno
fuera al infierno).
Ahora
son los sacerdotes los que nos dicen aquello que es bueno o malo. Y la gran
masa manipulada, los llamados “buenos”, se lo creen y obedecen.
Por
otro lado, está aquel que no acepta las imposiciones del sacerdote y, por
tanto, es el malo, el señor. El que es capaz de hacer lo que uno quiere hacer,
no puede soportar que otros hagan lo que él desearía hacer.
Sin
embargo, Nietzsche dirá que bueno es aquel capaz de elegir lo que es bueno y
malo, y el malo es aquel que obedece a lo que le han impuesto que sea
bueno/malo (impuesto por el señor, sacerdote). Invierte el sistema donde se ha
fundamentado toda la tradicional moral europea.
Los
débiles tienen la moral cristiana, la que le ha dado ese consuelo de que cuando
muera, si se ha portado bien, serán mejores en el reino de Dios.
<<ASÍ
HABLÓ ZARATUSTRA>>.
En
la obra cumbre de Nietzsche, <<Así habló Zaratustra>>, se tocan los
temas más importantes/relevantes de la filosofía nietzscheana.
Nietzsche
afirma que la religión es algo absurdo, ya que afirma que debemos/hay que
rechazar al sujeto real, pues al morir, el sujeto llegará a lo real. Feuerbach
dirá que para afirmar a Dios hay que negar al ser humano. En cambio, Nietzsche
dirá que, para afirmar al ser humano, es necesario negar a Dios.
Nietzsche,
además, dirá/afirmará que “Dios ha muerto”. Ante la muerte de Dios, que es
encargada a Zaratustra, habrá dos tipos de reacciones: la de los esclavos y la
de los señores u hombres superiores (que son siempre minoritarios).
En
primer lugar, las reacciones vulgares serán de absoluto desamparo para la
población. Según Nietzsche, ahora tras la muerte de Dios imperará el nihilismo entre la masa en la sociedad de aquella época.
Ya
no hay para ellos a lo que aferrarse/agarrarse, nada tiene sentido.
Heidegger
tiene un libro titulado <<Sendas perdidas>>, en el cual afirmará
que si Dios ha muerto, el más peligroso de los enemigos está en la puerta, el
nihilismo.
Cabría
preguntarnos el ¿por qué de todo esto?
En
este sufrimiento que es la vida, para poder soportar este “valle de lágrimas”
necesitamos a Dios. Solo la ayuda divina servirá para soportar esta vida en la
que el dolor y el sufrimiento imperan. Esta ayuda es la esperanza. Nuestra
resignación a la vida tendría una recompensa posteriormente: EL CIELO, EL
PARAISO.
Si
a la gente con este esquema de pensamiento le decimos que “DIOS HA MUERTO” y,
por tanto, negamos la existencia de Dios, si ellos ahora conocen que ya no hay
ayuda para superar las adversidades de este mundo transitorio, caerán en la
cuenta de que deben seguir enfrentándose y soportando el sufrimiento, pero ya
no habrá recompensa final (cielo, paraíso). Ya nadie les ayudará a
aguantar/soportar el dolor ni después les otorgaría el acceso a una vida mejor.
Ya no tendrán esperanzas.
Nos
habían dicho que habría un sentido de la vida siempre y cuando siguiéramos a
Dios. Pero ahora “Dios ha muerto” por lo que el hombre débil cae en la
desesperanza. Su vida se convierte en un infierno.
Si
no hay Dios, ahora, sin medicación divina, ¿Cómo se fundamentará la moral, el bien y el mal?
Muerto
Dios ya no hay un fundamento de los valores morales. El escritor Dostoievski
afirmará que “Si Dios no existe, todo está permitido”. Sin Dios podemos hacer todo lo que verdaderamente deseemos.
Desmontando
el mundo de Dios, ¿Dónde está el sentido de la vida? La masa cae en la enfermedad
mortal, EN LA VOLUNTAD DE LA NADA.
Sin
embargo, el hombre fuerte, el “hombre superior” será quien se disponga a crear
unos valores morales, quien decidirá lo bueno
y lo malo.
Él
no será PASIVO como la masa/plebeyo. Ahora debe convertirse en el creador del sentido de la vida. (Debe
dar sentido a la vida).
El
nihilismo no puede ser de resignación, ni de hundimiento, sino CREACIÓN.
El
superhombre es el que es capaz de
sobrevivir, afrontar la muerte de Dios, mientras que el esclavo se hunde en el
camino.
El
superhombre será capaz de bendecir la vida sin ayuda de Dios.
4.
LAS
TRES TRANSFORMACIONES DEL ESPÍRITU.
La
propuesta moral que hace Nietzsche es también una propuesta existencial como
queda reflejado en un mito/metáfora que aparece en su obra “Así habló Zaratustra”, donde habla de las tres transformaciones
del espíritu humano.
Según
nuestro autor, el espíritu ha pasado por tres etapas:
·
Al principio el espíritu humano era un camello, aquel animal que carga el peso
en su joroba, en la cual está escrito “tú
debes”.
En
dicho imperativo queda sintetizada toda la moral, en especial, la moral
impuesta, la moral heterónoma, la moral recibida por imposición de otros. En
otras palabras, la moral de los esclavos, aquellos que no saben decidir lo
bueno y lo malo y deben regirse por lo que otros le digan/dictaminen.
El
espíritu humano que es un camello no vive por sí mismo, sino que siempre está
condenado.
Nietzsche,
además, afirma que desde Sócrates y Platón la moral se ha basado en el “tú
debes”. De la misma forma que el sino del camello es ir cargado y su vida se
basa en recorrer un árido desierto: la
moral. Recorre un desierto, es decir, una vida vacía, carente de sentido,
cargando con una moral impuesta.
·
Ahora bien, llega un momento en el que el
camello se convierte en un león que
dice “no quiero”. Ello supone un
momento de rebelión, de rebeldía. El león es la negación, el momento en que la
humanidad vuelve sobre sus propios pasos y se rebela contra toda imposición.
·
Y finalmente, en tercer lugar, el león se
convirtió en un niño, quien dice “yo creo” (pero no creer de tener fe,
sino de crear). Según Nietzsche el niño es la meta a la que es espíritu humano
debe llegar. Decir sí es afirmar, crear.
Nietzsche
sabe/es consciente de que en los textos religiosos la figura del niño es muy
relevante pues queda reflejado como modelo a seguir por su inocencia. En el
evangelio se dice: “Si no cambiáis y no os hacéis como los niños no entraréis
en el reino de los cielos”. (Mateo 18,3).
El
niño es símbolo de inocencia, de santo, de bueno, aquel que ha desobedecido al
“tú debes”.
La
conciencia del esclavo es una conciencia de pesadumbre. Lo propio del plebeyo
es tener conciencia de malo, de pecador. Y nada menos que Jesús ha tenido que
morir para lavar con su muerte “tú maldad”. Desde que Adán y Eva tomaran la
manzana, la conciencia del esclavo será atentada por el pecado.
La
conciencia del esclavo es una conciencia pecaminosa, de culpabilidad, aplastada
por la joroba del camello.
Sin
embargo, el niño no tiene conciencia del bien y el mal, es pura inocencia, no
está influenciado por la moral, no tiene conciencia de los valores morales
impuestos, por lo que es capaz de crearlos.
Ej.:
Sin embargo, el niño no tiene conciencia de los valores morales. El niño es
capaz de ir desnudo por la playa. Como Adán y Eva iban por el Edén, hasta que
Eva toma la manzana. Entonces comienzan a sentir vergüenza. Este es el símbolo
del paso de la inocencia a adquirir los valores morales.
El
niño es feliz en su inocencia. Es plenamente feliz, al igual que Adán y Eva lo
eran en el jardín del Edén antes de tomar la (pecaminosa) manzana. Antes de
tomar la manzana, Adán y Eva no tenían conciencia del bien y ni del mal.
Estaban libres de culpa.
La
moral que nos han impuesto se ha empeñado en negar la felicidad humana. Todo
aquello que hace que la vida merezca la pena, la moral lo ha convertido en
pecado, convirtiéndose la moral, con ello, en una joroba aplastante.
Pero
al niño inocente le da igual de todo. Es feliz en su inocencia. Hará todo lo
que le dé la gana. El niño es como Dios, pura creatividad. Es plenamente feliz,
vive en el presente y no atiende ni al pasado ni al futuro. Está por encima del
bien y del mal. Es pura inocencia.
Ej.
: ¿Niño quien ha roto el jarrón? Yo no he sido. (El niño no miente, solo desea
no haber sido quien lo ha roto. Y ese deseo es tan alto que se confunde con la
realidad). Es una verdad desiderativa[3].
En
esa inocencia el niño es creador. Además, el niño va a coincidir con el superhombre, que es capaz de crear los
valores (morales).
5.
SUPERHOMBRE
Y VOLUNTAD DE PODER.
Estos
dos términos son muy relevantes en la filosofía Nietzscheana. Pero antes, de
adentrarnos en ellos, debemos aludir al término de “nihilismo”.
El
nihilismo es voluntad de nada, falta
de valores, carencia de sentido. “Nihilismo” viene del latín y significa
“nada”.
Se
pueden distinguir dos tipos de nihilismo:
·
Nihilismo
pasivo, cuyos representantes son los borregos, los plebeyos, los
que no tienen capacidad de decidir lo que está bien o mal. Aquellos que
obedecen al sacerdote, al filósofo.
Además,
su vida está supeditada a las creencias.
También,
creen que hay una verdad objetiva y un bien objetivo, creen en el alma, y en la
vida después de la muerte, todo ello aglutinado en la figura de Dios, símbolo
de la perfección. Dios y la fe en él le daban el fundamento a todo aquello que
nuestros sentidos no pueden percibir.
Nietzsche
afirma que las Ideas de Platón y las sustancias de Descartes son falsas.
También lo son toda la metafísica con Aristóteles y sus sustancias y causas.
Pero además de ser falso, habían convertido a la humanidad en una masa de
esclavos.
Ahora
bien, de todas estas ideas que han convertido a la sociedad europea a lo largo
de 24 siglos en un rebaño, la más falsa de todas es aquella que engloba a todas
las demás: DIOS.
Los
que han vivido como el camello, cargando con la joroba de la moral y basados en
el concepto de Dios, al matar a Dios se quedan sin nada a lo que agarrarse/aferrarse.
Se quedan noqueados.
Recordemos
que a esas personas se les había acostumbrado a negar el mundo sensible para
afirmar el mundo inteligible, del cual participaba el mundo sensible. Y ellos
lo podían hacer porque tenían el consuelo de Dios.
Al
quitarle la base de Dios, les quitamos la moral, los valores y, para ellos, ya
no hay posibilidad de crearlos. Ahora la vida es un infierno para ellos. De ahí
el nihilismo pasivo.
Pero
hay una segunda concepción de nihilismo, el nihilismo activo.
·
Nihilismo
activo. El nihilismo activo es aquel que dice que ya no hay Dios,
no hay mundo inteligible, no hay verdad objetiva, y por ello, no hay valores
morales. PERO PODEMOS CREARLOS.
Al
morir el fundamento de la realidad y la moral (Dios), para los seguidores de
esta tendencia (el nihilismo activo), que da la creación. No hay Dios, pero
tenemos la capacidad de crear.
Podemos
crear el camino en la vida, los valores morales, el sentido de la vida, etc.
Para
el nihilismo pasivo había una verdad, un bien y una justicia objetivas –que,
según Platón, se encontraban/hallaban en el mundo inteligible-. No había que
crear los valores porque ya existían.
Al
caer Dios, estos conceptos/ideas se derrumban. Como ya sin Dios no hay
fundamento, cae la moral. Nada tiene sentido sin religión.
Para
el nihilismo activo la metafísica se había hundido, pero se podía crear el
sentido y los valores. Podemos ser superiores y ser felices sin que Dios
exista, pensará Nietzsche, pues ya no tenemos que tenerle miedo al castigo eterno, al infierno.
El
hombre inferior se siente malo, culpable, porque con sus sentidos y su cuerpo
ha pecado/actuado mal. Ej. : Masturbarse.
Pero
si Dios existía, esa maldad cometida o pecado tendría la posibilidad de
salvación. Ahora bien, como “Dios ha muerto” no hay posibilidad de
salvación/consuelo.
Pero
Nietzsche afirmará que hay una alternativa: extraer los valores de nuestra voluntad, de nuestra capacidad de crear,
al igual que el niño. Para Nietzsche el niño es el superhombre, aquel que sobrevive a la metafísica y a la muerte de
Dios.
Por
ello, la sociedad debe caminar hacia el superhombre, negando para ello, el
hombre actual, el hombre inferior, el esclavo.
Este
mundo tiene que ser negado para llegar al niño, a la persona no influenciada
por ninguna entidad religiosa o cultural.
Superhombre es aquel que se sobrepone a
la muerte de Dios y aquel que crea y decide sus valores morales. Afirma la vida
y es feliz en ella. Un Santo, dice SÍ.
Tomemos
un descanso y repasemos lo que llevamos hasta ahora…
Como
consecuencia de la muerte de Dios nace el nihilismo, que puede ser pasivo o
activo.
Es
preciso añadir que Nietzsche va a recurrir al lenguaje metafórico de la religión para criticarlas. Nietzsche lo
único que va a criticar de la religión va a ser absolutamente todo.
Una
de las obras más relevantes de Nietzsche es <<Más allá del bien y del
mal>>. En ella, nuestro autor se propone liberar la moral.
En
lo que respecta a la moral, Nietzsche va a estar de acuerdo con los sofistas y en contra de (la moral)
Sócrates.
Al igual que los sofistas, Nietzsche va a pensar que la moral es creada por los hombres. El bien y el mal no son más que palabras gestadas por el ser humano.
Según
la religión católica/cristiana, en el principio de los tiempos, Adán y Eva
vivían en el Edén, en el paraíso, sin conciencia del bien y del mal. Pero al
comer la manzana, cayeron en el pecado. Pero, además, con aquella acción
hicieron que la esencia humana se convirtiese en algo pecaminoso. Ello nos ha
llevado a concebir que desde que nacemos somos
malos.
Ante
tal hecho, Nietzsche va a afirmar que es necesario librar a la humanidad del
pecado original. Por ello, nuestro pensador intenta hacer desvanecer la moral
cristiana y socrática.
Nietzsche
va a ver el mecanismo perverso de la religión que considera que cuando hacemos
cosas buenas es por la gracia de Dios y nos culpa por nuestras malas acciones.
Nietzsche
alega que si uno es libre, tiene la responsabilidad acerca de cuándo hace el
mal y el mérito cuando hace el bien. Y si uno no es libre, no lo es cuando hace
el bien, pero tampoco cuando hace el mal.
La
religión nos inculca que todo lo que hay es malo. Por tanto, hay que negar la
realidad y esto ya lo decía Platón, quien afirma que lo verdadero está en el
mundo inteligible (Dionisiaco). Hay que negar el mundo, el cuerpo, el placer,
el disfrute de la felicidad.
Sin
embargo, según Nietzsche, todo lo que supone condena al cuerpo, al placer, al
disfrute de la vida/felicidad es una negación de la realidad.
Por
ello, ahora Nietzsche quiere destruirlo todo con su filosofía. La filosofía de
Nietzsche será una filosofía destructiva, que se meterá en el papel del león para construir el nuevo amanecer, el nuevo hombre, el
llamado superhombre, aquel que
resucita la inocencia perdida, al niño (que
son Adán y Eva antes de comer la manzana), resucita
al MUNDO SENSIBLE.
Nuestro
autor, además, va a llegar a las mismas conclusiones que Freud. El niño es
tremendamente feliz. El posee lo que el ser humano necesita para ser
plenamente/completamente feliz: olvida lo que ocurrió ayer y no piensa en el
futuro. Vive en el presente. Vive el aquí y ahora. Por ello, se piensa que hay
ciertas influencias del “Zen”[4]
en Nietzsche, que se observan en el hecho de afirmar el niño y alabar a la
vida.
Además,
el niño nunca va a ser un traidor. Va a decir siempre la verdad.
6.
VOLUNTAD
DE PODER.
Estamos
ante un concepto bastante curioso de la filosofía de Nietzsche.
La
voluntad de poder no es la voluntad de los humanos de querer esto o aquello. No
es una facultad abstracta. Tampoco es la voluntad pasiva, de obediencia, de los
borregos.
La voluntad de poder es
la voluntad de ser más, de
superarse, de vivir más, de demostrar una fuerza siempre creciente.
Voluntad
de poder es algo que pertenece a la voluntad íntima.
La
voluntad del esclavo es ser como el señor. Lo propio del pobre es que envidia
al señor, porque éste ha llegado donde él no ha podido llegar. Esa envidia
surge porque en el pobre, en el esclavo hay escondida una voluntad de ser
señor. De la envidia surgirá el resentimiento y viceversa. Estamos hablando del
resentimiento generado por la imposición de los valores morales.
Para
ser el niño, antes hay que ser león. Para crear, primero hay que destruir (es
algo necesario).
Ahora
bien, la voluntad de poder no se limita sólo al plano del ser humano. Hace
partícipe a toda la realidad. Nietzsche también le dará un sentido ontológico a la voluntad de poder. En
el plano de la física, por ejemplo, una semilla lucha por ser flor y ésta por
ser fruta, el cachorro quiere ser león adulto, el niño quiere ser joven y el
joven adulto.
En
definitiva, todo en la realidad es voluntad de crecer, voluntad de querer. La
voluntad de la realidad es voluntad de crecer/querer. Y la humanidad como tal,
también es voluntad de crecer/querer.
Voluntad
de poder es querer llegar más alto.
Uno
de los autores que más influyó en Nietzsche fue Schopenhauer, cuya obra más
relevante es <<la vida como voluntad y representación>>. Para
Schopenhauer todo era voluntad. Pero, la voluntad de poder de Nietzsche no es
la misma que la de Schopenhauer, pues para Nietzsche la voluntad de poder es la
voluntad de crear.
También
voluntad de poder es voluntad de crear valores. Ello sí lo acepta Nietzsche.
Pero quizás toma demasiado del
pensamiento de Schopenhauer y se convierte un poco en metafísico si afirma que
la esencia de la realidad es voluntad, es querer, tal como alegaba
Schopenhauer.
Sin
embargo, Nietzsche solo tomará un poco de Schopenhauer para afirmar que la
esencia de la humanidad es la creatividad,
y dentro de esa creatividad se hallan
los valores morales.
Lo que nos define a los
seres humanos es la creatividad.
(Convierte
tu vida en una obra de arte, en el superhombre
no hay más coherencia que convertir
tu vida en una pura creación.).
Para
Nietzsche, de alguna manera, lo esencial de la realidad es crear. Lo propio del
ser humano es creación/ser creativo.
7.
TRANSMUTACIÓN
DE LOS VALORES.
Nietzsche
propone que con la voluntad de poder hagamos
esto: la transmutación total de todos
los valores.
La
religión te impone la verdad, pero Nietzsche afirma que tenemos que crear
nuestra verdad, nuestros valores, el sentido de nuestra vida, etc.
Y
como todos los valores de la moral tradicional van contra la naturaleza
(felicidad) humana, ahora Nietzsche verá como prioridad afirmar todo lo
contrario/practicar los valores contrarios.
Básicamente,
la transmutación total de los valores consiste en invertir/darle la vuelta a la
tabla de valores.
Nietzsche
piensa que, hasta el momento en el que él está filosofando, la moral era propia
del espíritu enfermo, decadente, que niega la vida. La humanidad ha valorado
todo lo que se opone a la vida. Sin embargo, para nuestro autor es necesario
valorar el afirmar la vida. Por
ello, en uno de sus mitos Zaratustra dirá “Transmutación
total de los valores. Esa es mi formula”.
La
transmutación total de los valores lo hará/será encargada al superhombre.
El
hombre actual debería dejar pasar al superhombre. La humanidad debe tomar como
prioridad llegar a ser más, alzar como bandera la voluntad de poder.
8.
LA
NUEVA IDEA DE LENGUAJE.
Otro
planteamiento que Nietzsche trastoca con ontología es el del lenguaje acerca
del ser. Si las categorías, los conceptos, no nos sirven para acercarnos a la
realidad del devenir, múltiple y cambiante. ¿Qué otro medio tenemos para hablar
del ser?
Contra
la petrificación que sufre el devenir al quedar fijado en una categoría que la
costumbre convierte en inmutable, se exalta el poder de la imaginación
metafórica del ser humano. La metáfora es una verdadera perspectiva, porque con
ella se logra una integración de diversidades.
Esta
metáfora metafísica ofrece la
posibilidad de no caer en el dogmatismo platónico, porque la metáfora se mantiene
abierta al mundo, y no cerrada, como ocurre con el modelo simplificador del concepto.
La
diferencia entre uno y otro es la manera de acercarse al mundo: el primero basa
su metafísica en el concepto, que según Nietzsche, simplifica y obstaculiza el
devenir del ser, mientras que el segundo se basa en la metáfora. Unicidad y
pluralidad es la diferencia entre estas dos.
Esta
exaltación teórica y práctica de la metáfora obedece a que no existe ninguna
relación de causalidad lógica entre el mundo del objeto y el del sujeto. La
única relación metafísica posible es la artística/creativa: Música, por
ejemplo.
El
lenguaje sobre la realidad no puede ser el de la lógica, el de las matemáticas,
el de la moral o el de la religión, porque estas son solo ficciones de la
razón.
9.
EL
ETERNO RETORNO.
El
eterno retorno tiene dos posibles interpretaciones, una de las cuales se tiene seguridad en que Nietzsche la asumió. De la otra los especialistas dudan.
PRIMERA INTERPRETACIÓN:
A
partir de la filosofía cristiana de la Edad Media queda plasmada la concepción
lineal del tiempo, abandonando con ello la concepción cíclica (griega) del
mismo. Según los griegos de la antigüedad, las cosas retornaban, todo volvía a
ocurrir.
El
cristianismo afirma que la humanidad camina hasta un último punto, el “escatón”
y, tras ello, pasa a la “transhistoria” (al Reino de los Cielos).
En
la época de Nietzsche, todo el mundo creía en la concepción lineal del tiempo.
Sin embargo, nuestro autor, apasionado de la tragedia y de toda la cultura
griega, afirmará la concepción cíclica del tiempo. Nietzsche piensa que todo
volverá a ocurrir y, por tanto, todo se repetirá.
Esta
sería la primera interpretación del eterno retorno, pero suscitará una idea: lo
infinito no puede proceder de lo finito.
¿Por
qué nos planteamos esto?
Hay
que recordar que Nietzsche vive en el siglo XIX. Dicho siglo se verá marcado
por las ideas evolucionistas de Darwin en el ámbito de la Biología, pero
también de la Física, e incluso de la sociología.
Si
la realidad está integrada por un número ilimitado/finito de elementos, solo va
a poder dar un número limitado (aunque grande, finito) de combinaciones. ¿No?
Ahora
bien, ¿Qué pasa si se da un número finito de elementos y, por tanto, de
combinaciones en un tiempo infinito?
La
única respuesta posible es que dichas combinaciones se repitan.
Ej.
: Tira eternamente y verás cómo las combinaciones se van repitiendo. (Tardarás
mucho en verlo, pero ocurrirá).
Esta
es la interpretación literal del concepto (aunque puede ser un mero mito, muchos
especialistas aseguran que Nietzsche podría haber seguido esta idea al pie de la
letra).
En
un tiempo infinito que, por tanto, no puede ser lineal sino cíclico, se
repetirán las mismas combinaciones. Es preciso señalar que tardarán en
repetirse, puesto que el número de combinaciones es muy elevado.
Finalmente
nos dirá nuestro querido autor que, el “eterno retorno” lo que nos ofrece es
una propuesta moral: cuando tengas que elegir tus valores, hazlo de forma que
quisieras tener los mismos si vivieras otra vez.
Para
Nietzsche es importante eliminar la concepción lineal del tiempo porque lleva a
negar lo que hay justamente en la línea (tu historia, tu vida) y solo afirma lo
que hay en el escatón y tras este.
Es
imprescindible/necesario creer/afirmar en la concepción cíclica del tiempo,
donde ya no hay escatón, ya no hay final de la historia. Al no haber final, no
se podrá negar la historia, la vida pues es lo único que hay. La historia se
repetirá.
Con
el eterno retorno, Nietzsche pretende transmitirnos el mensaje de que a la hora
de crear los valores morales, tengamos en cuenta el mito del “eterno retorno”,
para estar seguros de que, si tuviésemos que vivir eternamente, serían los que
queremos tener.
Ej.
: Tienes la posibilidad de vivir otra vez tu pasado, pero será igual al que has
tenido. Entonces, querrás que tu pasado sea el mejor para querer vivirlo otra
vez.
-Vive
la vida de forma que si tuvieses que volver a vivirla no te arrepintieses de
nada que hayas hecho-.
RECOMENDACIONES PARA VER:
Película: "El día que Nietzsche lloró" (la tenéis en "you tube" completa)
Programa: "La aventura del pensamiento. Friedrich Nietzsche" (También lo tenéis en "you tube")
[1]
Arthur Schopenhauer nació en la ciudad de Danzig
en Febrero de 1788 al tiempo en que Kant publicaba su "Crítica de la razón
Pura".Su trabajo más famoso, Die Welt als Wille und Vorstellung (El mundo
como voluntad y representación), constituye desde el punto de vista literario
una obra maestra de la lengua alemana de todas las épocas.1 Supone además una
de las cumbres del idealismo occidental, y el pesimismo profundo (que no
profundo pesimismo), que perdura en la obra de escritores y pensadores de los
siglos XIX y XX, de la talla de Richard Wagner, León Tolstói, Friedrich
Nietzsche, Sigmund Freud, Thomas Mann, Carl Gustav Jung, Albert Einstein, Otto
Weininger, Otto Rank, Erwin Schrödinger, Ludwig Wittgenstein, Jorge Luis
Borges, Pío Baroja o Émile Cioran, entre otros.
[2]
Concepto de Sócrates: el concepto universal
siempre es el mismo, lo que varía son los ejemplos concretos.
Por ejemplo todo hombre es un animal racional, y esta definición
permanece inalterable aunque su conducta sea diferente a la de otros hombres.
De modo que existe lo que no cambia, o sea el concepto universal o la
definición de los objetos, en un mundo en permanente cambio, de objetos
imperfectos y cambiantes que es el de nuestra vida cotidiana.
[3] Oraciones desiderativas, por su definición son las que
expresan algún tipo de deseo, una súplica o un pedido de forma indirecta.
Es decir que en la
oración no se expresa el deseo por ejemplo con el verbo conjugado querer o
desear en modo indicativo.
[4]
El zen es una escuela del budismo mahāyāna. La palabra
zen es la pronunciación en japonés de la palabra china chan (禪), que a su vez deriva de la
palabra sánscrita dhiana, que significa ‘meditación’.
Apartándose del conocimiento teórico o intelectual, el zen busca la
experiencia de la sabiduría más allá del discurso racional.
Referencias Videográficas:
Referencias Videográficas:
- https://www.youtube.com/watch?v=wDWPtmMR_q4 (Teorías de Nietzsche. Por: Davidmacias2)
- https://www.youtube.com/watch?v=Iv38TmcrQGk (Zeitgeist. La película.)
- https://www.youtube.com/watch?v=oKuLffxTaJM (Eterno Retorno de lo mismo. Por: JardinFernei)
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